viernes, 28 de abril de 2017

Imposible enseñar

 Hace tiempo que las clases de historia tienen dificultades, digámoslo así, especiales. No es fácil entender la historia, especialmente porque está plagada de actos de violencia, de pensamiento y acciones muy, muy complejos. En la historia todo está enmarañado y la madeja que se ha ido componiendo tenemos que ir desmadejándola poco a poco.

El asesinato de un rey en los tiempos del Antiguo Régimen era un acto sumamente violento y complejo. En la ejecución de Carlos I de Inglaterra se mezclaron factores políticos, religiosos y puramente personales. El régimen que emergió, la dictadura personal de Cromwell, fue espeluznante. El puritanismo que elevó a las leyes inglesas era del todo repugnante. Prohibir, por ejemplo, los cánticos en las calles era un acto bárbaro, amordazador de la sociedad. 

Sin embargo, es curioso cómo alguna parte de la literatura inglesa silencia los aspectos más radicalmente dictatoriales e intolerantes de las medidas de Cromwell y se le asimila sin rubor al comienzo de la modernidad y el liberalismo. Es verdaderamente alucinante.

¿Cómo reaccionan los estudiantes de enseñanza media ante estos actos? La blandura más absoluta impera por todas partes. Una blandura ajena a la vida y al mundo. Es como si hubieran estado viviendo en una burbuja. ¿Acaso no ven los noticieros? ¿No han visto las ejecuciones del ISIS? Esas decapitaciones que ponen en la tele parecen pasar desapercibidas. Más de uno debería reflexionar sobre los chavales que estamos criando. Una parte de ellos no entiende la realidad; vive en un mundo Disney, ajeno a la realidad. No es que la misión del profesor sea despertarles del sueño de su mundo cómodo y sin apreturas. ¿No es hora de que estos chavales dejen la comodidad?

Quizás necesitan salir ahí afuera. Vivir. Sentir la realidad misma. Es como si los centros educativos fueran una prolongación del útero materno. Una especia de placenta protectora. 

Me decía un preclaro alumno: "¿No les dio pena?" Se refería a los ejecutores de Carlos I. Me dieron ganas de responder a las bravas, pero... Tanta blandura me pareció insoportable.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Juan Carlos.Tienen que entender que a lo largo de la historia ha habido muchas situaciones violentas y que han sido motivadas por determinadas circunstancias al igual que está ocurriendo ahora con todos los conflictos del mundo .Y es cierto que tal vez estamos creando una generación demasiado superprotegida.Y tienen que aprender tropezando y equivocabdise y dándole valor al sufrimiento en muchos momentos de la vida.Enhorabuena por tu trabajo.

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